LUCIOLE

LUCIOLE surge de la intención de “materializar el deseo de aventura [...] en un refugio suspendido en el aire”. El proyecto se diseña tomando en cuenta la diversidad de experiencias que brindan los lugares alejados del bullicio urbano y de una vida en sincronía con la naturaleza, las estaciones y los cambios lumínicos durante el día. Luciole busca crear un diálogo de respeto y admiración entre el entorno natural circundante y los castillos de Vibrac, Mothe Chandeniers y Ebaupinay, invitando a los usuarios a un estado de contemplación, reflexión y juego en un espacio que muestra el paso del tiempo a través de su arquitectura.


La propuesta se desplanta en una base dodecagonal de donde surge una envolvente -a manera de pétalos- que se mimetiza con las hojas del árbol al interior del espacio. Cada uno de estos pétalos se abre de manera individual, permitiendo que la entrada de aire, sonidos y aromas sea de acuerdo al deseo de cada usuario.


Luciole cuenta con dos módulos: el primero (Módulo A1-A2), tiene capacidad de hasta tres personas y puede estar suspendido en un árbol o tener una terraza si se coloca a nivel de piso. El segundo (Módulo B1), tiene capacidad de hasta tres personas y cuenta con una superficie mayor para albergar un sauna y un área social más amplia al abrir el pétalo frontal del módulo.